Frente a los hechos acontecidos el pasado sábado 6 de julio en que fruto de una orden de investigar emanada por la fiscalía sur de Santiago, en el contexto de causas por atentados con artefactos explosivos y ley de armas, se allanaron diversos domicilios de la capital (Santiago, Estación Central, La Granja, Macul y Maipú), entre los cuales se encuentra el inmueble usado como sede de la Radio Villa Francia, ubicada en la población del mismo nombre, desde el capítulo chileno de la Asociación de Radios Comunitarias América Latina y el Caribe AMARC ALC exponemos:
Desde la década de los 60 y particularmente en los años 80, las radios comunitarias en Chile han cumplido un valioso rol en la democratización del país y el fortalecimiento del tejido social en los territorios en se encuentran insertas, en estrecho vínculo con las realidades de sus comunidades.
En lo que toca específicamente al allanamiento de la Radio Villa Francia donde se registraron personas detenidas, a quienes se les imputa el delito de tenencia y posesión ilegal de armas, en un procedimiento que, según aduce su defensa, no se habrían cumplido protocolos dispuestos para la ejecución de estos operativos, sostenemos que, conforme al principio de presunción de inocencia según el cual “Ninguna persona será considerada culpable ni tratada como tal en tanto no fuere condenada por una sentencia firme» (Artículo cuarto del código procesal penal), lo que corresponde es no adelantar juicios y monitorear atentamente el desarrollo de los procesos en curso que, en cualquier caso, por sobre tratamientos mediáticos u opiniones de otros organismos públicos o particulares, corresponderá sólo a los órganos jurisdiccionales competentes.
Desde la AMARC – Chile afirmamos que las radios comunitarias están llamadas a constituirse en experiencias constructoras de paz y de no violencia activa, espacios abiertos donde la población desate diálogos democratizadores, fortalezca la participación social, ejerza contraloría ciudadana de la institucionalidad y los órganos de poder, como así también en motores de una sociedad más justa, inclusiva y con pleno respeto a los derechos de las personas, así ha sido la historia del movimiento de radios comunitarias en el país y por lo mismo estamos atentos (as) a cualquier atisbo de estigmatización y criminalización del ejercicio y la práctica de la comunicación comunitaria, ya sea por organismos del Estado u otros actores que, históricamente, han descreído de un sector de la comunicación que no responde a sus agendas y que sistemáticamente han puesto freno a la democratización de las comunicaciones en Chile.
Finalmente, llamamos a valorar, cuidar, respetar y promover los espacios comunitarios que contribuyen a la integración social, la solidaridad, el intercambio de sentidos, la reflexión crítica y consiguientemente al crecimiento colectivo y horizontal de las comunidades y territorios.
Asociación Mundial de Radios Comunitarias
Chile