Ticnamar, como territorio rico en soberanía alimentaria, fue el escenario propicio para reunir a 25 cocineras y cocineros, andinos y afrodescendientes de la región, para compartir experiencias y saberes sobre la cocina ancestral.
Los talleres fueron impartidos por los chefs regionales, David Flores Vega, oriundo de Ticnamar, dueño del restaurante Las Queñoas y por Víctor Quelopana Figueroa, con más de 20 años de carrera, del restaurante Los Republicanos y coordinador del área gastronómica del Festival.
En la oportunidad, los y las participantes del taller pudieron conocer las bondades de Ticnamar, rica en semillas y alimentos, además de conversar sobre recetas y preparaciones ancestrales, que acompañan a esta comunidad durante todos los ciclos de significancia ritual.
“Nuestro territorio tiene una gama de productos que no tiene nada que envidiarle a la dieta mediterránea, tenemos albahaca, quesos frescos, tomates nativos, el orégano de Socoroma, que viene con denominación de origen y la aceituna”, enfatizó Quelopana.
En tanto David Flores manifestó la importancia de generar estos espacios de intercambio para permitir que las generaciones más jóvenes puedan conocer platos característicos de la zona, “esta actividad es una invitación a recordar y disfrutar de sabores sanos, elaborados con productos orgánicos, porque el haba, la arveja, la papa y el maíz son orgánicos, acá nadie les acelera nada, los animales comen pura alfalfa, somos privilegiados.”
Esta iniciativa forma parte del proyecto «Suma Manq’aña: experiencia intercultural gastronómica entre pueblos originarios”, financiada con fondos del Gobierno Regional de Arica Parinacota, aprobados por el Consejo Regional.
Sopa con historia
David Flores Vega, nacido y criado en el pueblo de Ticnamar, invitó a las cocineras y cocineros del taller a volver atrás en el tiempo con la preparación de la sopa de habita. “Voy a hacer una comida que quizás todos la han comido alguna vez, yo la comía cuando niño, mi abuelita la cocinaba y no la he vuelto a ver en la actualidad”, relató.
El cocinero explicó que la sopa a preparar quizás aún se preparé en Guallatire, en los caseríos. “Tiene varios nombres y dependiendo del pueblo son sus ingredientes. Me siento muy feliz y muy contento de estar en la tierra que me vio nacer. Apenas pude me puse a estudiar gastronomía para dar un valor agregado a todo lo que tenemos, agradezco a la organización por haberme invitado a hacerles recordar este plato”.
En la oportunidad, Flores además destacó la riqueza de nuestro territorio, donde la comunidad puede encontrarse con platos como: chancho a la socoromeña, picante de mote con guata que lo producen en Caquena y la guatia, que en cada pueblo se hace diferente “hay tantos productos y sabores que cada pueblo tiene sus particularidades”.
Innovación
En tanto Víctor Quelopana, invitó a los participantes del taller a realizar una preparación denominada Charqui del Arriero o Causeo curao’, plato de origen patrimonial que fue elaborado con una presentación especial para cóctel.
“Estos platos tienen toda una historia que debe ser puesta en valor para que no se olviden, por el contrario la idea es que vuelvan a nosotros, y se continúen transmitiendo de generación en generación”, manifestó Quelopana.
En la oportunidad, el chef ariqueño pudo dar a conocer que el charqui del arriero se hacía en el pastoreo, “porque se utilizaban ingredientes que no se echaban a perder como el charqui, los quesos frescos, la cebolla, el cilantro, la Qala t’anta (pan a la piedra). Comida rápida, fresca, sin la posibilidad de enfermarse del estómago. Esta elaboración viene desde el norte y llega más o menos hasta La Serena”.
Quelopana invitó a los participantes del taller a innovar, explicando que “las preparaciones no son absolutas, se acomodan un poco al espacio geográfico en donde están, y si queremos darle nuestro toque a algo en particular atrévanse a hacerlo”.
Al finalizar los talleres, realizados en la Hospedería Manq’asiñani, los asistentes pudieron degustar todas las preparaciones elaboradas, generando además un espacio de camaradería.