
En una actividad marcada por la emotividad y la conexión con el pasado, habitantes de la comunidad de Zapahuira recorrieron parte del Camino del Inca (Qhapaq Ñan) y establecieron una hoja de ruta para su preservación. El evento fue el cierre de un ciclo de talleres organizados por la consultora Suma Ajayu, con financiamiento del Servicio Nacional de Patrimonio Cultural.
El día comenzó con una ceremonia de pawa (un ritual de permiso y agradecimiento a la Pachamama) realizada junto a una chullpa y el tambo incaico, en las cercanías del cerro Huaycuta, a más de 3.200 metros sobre el nivel del mar. Los participantes, mayoritariamente adultos mayores acompañados de sus hijos, evocaron recuerdos de su juventud, cuando el tramo formaba parte de su vida cotidiana.
Reconociendo la Ruta

Guiados por el arqueólogo Álvaro Romero, los asistentes recorrieron tramos que habían sido olvidados con el tiempo, pero aún muestran evidencia del tránsito agro-ganadero que caracterizó al Camino del Inca. Romero contextualizó la relevancia histórica de este sistema vial de 30.000 kilómetros, que unió regiones de Colombia, Ecuador, Bolivia, Argentina, Perú y Chile.
«Este tramo de nueve kilómetros entre Zapahuira y Socoroma es parte del camino tropero utilizado intensivamente hasta mediados del siglo XX», explicó Romero, quien también destacó la falta de una administración efectiva para la conservación del sitio desde su declaratoria como Patrimonio de la Humanidad en 2014.
Una Hoja de Ruta para la Preservación
Durante los talleres, los participantes definieron acciones para revitalizar el sitio, incluyendo la limpieza y mantención de los tramos, la creación de una escuela comunitaria y un museo local, y actividades de sensibilización. Estas iniciativas buscan fortalecer la identidad cultural de la comunidad y atraer apoyo para la conservación del Camino del Inca.
“Queremos darle vida a este camino, que hace 50 años transité pastoreando corderos. Es importante conservarlo para las futuras generaciones”, expresó Ricardo Cutipa, presidente de la comunidad indígena de Zapahuira.
La consejera ADI, Leslie Zapata, destacó el compromiso de la comunidad y su rol como potenciales administradores del sitio. “Esta hoja de ruta es un paso importante para que Zapahuira recupere y valore su patrimonio”, señaló.
Conexión y Futuro

El evento culminó con un almuerzo comunitario y una cacharpaya, donde se homenajeó a figuras históricas como Leonidas Maldonado, quien impulsó la preservación de la cultura local.
Los organizadores certificaron la participación de los asistentes, quienes reafirmaron su disposición para continuar trabajando en la Puesta en valor del Camino del Inca, un testimonio vivo del legado cultural andino.
Con estas acciones, la comunidad de Zapahuira da un paso firme hacia la preservación de su identidad y patrimonio, reafirmando el valor universal del Qhapaq Ñan como un símbolo de conexión entre los pueblos andinos.

