“El apartheid de género debe ser reconocido como crimen de derecho internacional a fin de intensificar los esfuerzos para combatir los regímenes institucionalizados de opresión y dominación sistemáticas impuestas por motivos de género”, ha afirmado hoy Amnistía Internacional.
“La comunidad internacional no ha reconocido, admitido ni abordado adecuadamente la dominación y la opresión institucionalizadas y sistemáticas de las mujeres, las niñas y las personas LGBTI. Pedimos que se reconozca el apartheid de género en el derecho internacional para subsanar una deficiencia importante de nuestro marco jurídico mundial. Nunca se debe permitir a nadie violentar, segregar, silenciar o excluir a una persona por su género”, ha manifestado Agnès Callamard, secretaria general de Amnistía Internacional.
“Sin embargo, generaciones y generaciones de mujeres y niñas, en todo el mundo, son sometidas a violencia, dominación y opresión institucionalizadas y sistemáticas. Un número incalculable de ellas han sido asesinadas, y a muchas más se les niega la dignidad, la libertad y la igualdad en su vida cotidiana. Es verdaderamente vergonzoso que el mundo no haya reconocido la opresión y la dominación sistemáticas basadas en el género como crimen de derecho internacional ni haya respondido adecuadamente a su gravedad”.
“Hoy nos unimos a los llamamientos de valientes pioneras como las mujeres de Afganistán, Irán y otros lugares que lideran el camino para exigir que se reconozca el apartheid de género en el derecho internacional”.
“Los Estados deben prestar atención a este llamamiento. Hay que dar nombre esta forma de opresión institucionalizada. Se debe crear un mandato para su investigación y enjuiciamiento, y se debe establecer la pena debida por su comisión. Debemos ese reconocimiento, rigor y respeto a las activistas en primera línea de la lucha por los derechos y la igualdad de género, y debemos esa justicia a las víctimas y sobrevivientes del apartheid de género”.
Amnistía Internacional aboga por el reconocimiento legal del apartheid de género —es decir, la constante institucionalizada de dominación y opresión sistémicas basadas en el género— para abordar lo que constituye una laguna importante en el derecho internacional.
La aproximación más cercana en el marco internacional vigente es la persecución por motivos de género que el derecho internacional, como en el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional, reconoce como crimen de lesa humanidad. Sin embargo, la intención y el alcance de ese crimen difieren significativamente del apartheid. Si bien pueden ser objeto de ambos crímenes grupos específicos, el concepto de persecución por sí solo no capta del todo el ámbito y el alcance de la dominación sistémica ni la naturaleza institucionalizada e ideológica de los abusos que pueden cometerse en un sistema de apartheid.
«Hoy nos unimos a los llamamientos de valientes pioneras como las mujeres de Afganistán, Irán y otros lugares, que lideran el camino para exigir que se reconozca el apartheid de género en el derecho internacional.”,”citation”:”Agnès Callamard, secretaria general de Amnistía Internacional”
“El mundo debe reconocer de una vez el apartheid de género en el derecho internacional para extender plenamente la protección de la ley a las mujeres, las niñas y las personas LGBTQI, y para aunar y apoyar los esfuerzos encaminados a erradicar este crimen atroz dondequiera que se cometa”, concluyó Agnès Callamard.
“El proyecto de Convención sobre los Crímenes de Lesa Humanidad, tratado de gran envergadura que se debate actualmente en la ONU, representa una oportunidad importante para revitalizar la lucha por la justicia de género. Los Estados Miembros de la ONU deben aprovechar esta ocasión para incorporar el apartheid de género en el derecho internacional, así como para buscar otras oportunidades, como en el Consejo de Derechos Humanos, para reforzar el concepto”.
Información complementaria
El concepto de apartheid por motivos de género fue articulado por primera vez por defensoras afganas de los derechos humanos y entidades y personas aliadas feministas como respuesta al sometimiento de las mujeres y las niñas, y a los ataques sistemáticos contra sus derechos a manos de los talibanes en la década de 1990. Su uso se ha extendido desde que los talibanes recuperaron el control de Afganistán en 2021. Varias feministas iraníes y personas expertas de la ONU también han argumentado que la discriminación u opresión institucionalizada de las mujeres en la República Islámica de Irán constituye o podría constituir apartheid de género. La campaña internacional en favor del reconocimiento del apartheid de género en el derecho internacional ha recibido un amplio apoyo de activistas feministas y personas y entidades aliadas a nivel mundial, incluidas cuatro mujeres galardonadas con el Premio Nobel de la Paz.