El 9 de abril 2024, fue ingresado al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental, SEIA, el proyecto «Proyecto Planta Desalinizadora de Agua de Mar para Agua Potable, Ciudad de Arica, Región de Arica y Parinacota” por Aguas del Altiplano S.A.
De acuerdo a los antecedentes presentados por el proyecto al SEIA, el objetivo del proyecto es implementar una planta desalinizadora de agua de mar en la ciudad de Arica con el propósito de diversificar y mejorar el suministro de agua potable. Mediante el uso del proceso de ósmosis inversa, se busca producir hasta 200 [l/s] de agua desalada y apta para potabilizar. La operación varía desde un caudal mínimo de 125 [l/s] de captación de agua de mar, produciendo 50 [l/s] de agua a potabilizar y 75 [l/s] de rechazo al mar, hasta un caudal máximo de 500 [l/s] (de captación de agua de mar) con 200 [l/s] de agua desalada a potabilizar y 300 [l/s] de rechazo al mar.
Desde que se dio a conocer el proyecto, diferentes sectores sociales, ambientales y de la pesca, han alertado las implicancias que conlleva esta iniciativa privada, cuyo proceso de participación ciudadana concluyó el 19 de julio recién pasado. Al respecto, en AYNI conversamos con Melissa Gómez, vicepresidenta de la Ong Aupm «Arica Unidos por el Mar», una las organizaciones locales que han analizado y advertido los alcances del proyecto en evaluación a nivel regional.
Cabe destacar que al 2022, René Saa Vidal, investigador y docente del Centro de Análisis de Políticas Públicas,CAPP, Facultad de Gobierno de la Universidad de Chile analiza la desalinización de agua de mar en el marco de la propuesta constitucional, donde señala que «en Chile operaban veinte plantas desalinizadoras que tienen por objeto abastecer de agua las actividades de la minería del cobre y hay en proyecto 20 plantas en diferentes estados de aprobación o construcción para entrar a funcionar en los próximos 5 años».
Agrega que «a la fecha no existe una normativa legal que regule esta actividad, se carece de instrumentos legales o normativos que permitan identificar y regular el funcionamiento de dichas plantas. Independientemente de una autorización de la Subsecretaría para las Fuerzas Armadas para el uso de un espacio del borde costero y la extradición de un determinado flujo de agua de mar para su desalinización y posterior utilización.
Desafortunadamente no hay una normativa que comprenda todo el proceso desde la solicitud de los permisos hasta la construcción, la instalación y su posterior uso, distribución y localización y descarga de los residuos del proceso de desalado. Al respecto una planta desaladora de agua de mar tiene que pasar por un trámite ambiental, según su tamaño. Sin embargo, en la actualidad al 2022, existen a lo menos 36 plantas desalinizadoras que cuentan con una concesión marítima –y, excepcionalmente, con una destinación marítima y unas 30 plantas cuentan con una RCA (Resolución de Calificación Ambiental), en general están ajustada a la legislación existente».
Además, compartimos el Boletín Informativo AYNI con las principales informaciones regionales de la semana, todo amenizado con música del territorio.
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