UNESCO informó que amplía la Reserva de la Biósfera Lauca a casi el triple, ascendiendo de una superficie total de 358.000 hectáreas a 1.026.567 hectáreas y ahora abarca las comunas de General Lagos, Putre y Camarones, Región de Arica y Parinacota, situadas en el noreste de Chile, en la frontera con Bolivia y Perú.
De acuerdo al organismo internacional, el incremento se debe al alto valor ecológico de la región, en su perímetro ya se encuentra un sitio RAMSAR y tres Áreas Silvestres Protegidas nacionales.
La reserva de biosfera ampliada, alberga una población de 4.734 residentes permanentes, incluidas 50 familias indígenas. La región está clasificada como Zona de Desarrollo Indígena, por lo que la ampliación de la reserva de biosfera ofrece a las comunidades locales la oportunidad de ampliar el diálogo y compartir los conocimientos indígenas, ya que la participación de la comunidad indígena es clave para la gestión de la reserva de biosfera.
“Esta nominación de la Unesco, es un gran avance para la conservación de este importante territorio abundante en especies y biodiversidad, y es motivo de celebración no sólo para las comunidades que lo habitan, sino para todo Chile. Con ello, el país da un paso más hacia la prevención y mitigación de los efectos del cambio climático y demuestra su compromiso con un desarrollo sostenible”, señaló Claudia Uribe, representante de la Oficina de la Unesco en Chile.
Minería
Es importante recordar que, el Parque Nacional Lauca, fue nombrado como tal en 1970, y en 1981 fue reconocido como Reserva de la Biósfera por la UNESCO. Originalmente abarcaba 520 000 hectáreas, sin embargo, en 1983, el Ministerio de Agricultura expidió el Decreto 29 que fijó nuevos límites para el parque, y desafectó cerca de 382 000 hectáreas, creando dos nuevas categorías de manejo de áreas silvestres. Con esto, el antiguo gran parque se dividió en tres zonas: el Parque Nacional Lauca, la Reserva Nacional Las Vicuñas y el Monumento Natural Salar de Surire, según reportó Mongabay.
En la nota publicada en febrero del 2021, el mismo decreto, firmado por Augusto Pinochet y los ministros de Agricultura, Minería y Bienes Nacionales, declaró a la Reserva Las Vicuñas y al Monumento Natural Salar de Surire como “zonas de interés científico para efectos mineros”. Es esta disposición y la tríada división-desafectación-declaración del parque la que, según Juan Pablo Sanguinetti, abogado de Fundación Relaves, dio paso a que en 1989 en el lugar se instalara la minera Quiborax que extrae ulexita, cuyas operaciones no han sido evaluadas ambientalmente.
Reservas de la Biosfera
Cabe mencionar que el Programa de la UNESCO sobre el Hombre y la Biosfera (MAB) aprobó la incorporación de 20 nuevos sitios de 21 países a la Red Mundial de Reservas de Biosfera. Con estas designaciones el número total de reservas de biosfera en el mundo asciende ahora a un total de 727 (22 de ellas transfronterizas), repartidas por 131 países. Las reservas de biosfera de la UNESCO cubren ahora más del 5% de la superficie terrestre, y en ellas, la conservación de la biodiversidad, la educación ambiental, la investigación y el desarrollo sostenible van de la mano.
En su reunión celebrada en Abuja (Nigeria) entre el 13 y el 17 de septiembre, primera celebrada en el continente africano, el Consejo Internacional de Coordinación del programa MAB aprobó esas designaciones y procedió también a ampliar o volver a zonificar dos reservas ya existentes. Este programa está cumpliendo 50 años de vida en 2021.
Este año, entre las nuevas reservas designadas para formar parte de la Red Mundial figuran las de Matšeng, Ashaafean y Juzur Farasan, ubicadas respectivamente en Lesoto, Libia y Arabia Saudita. Con esas designaciones estos tres países se incorporan por primera vez a la Red. En Europa, la Reserva de Biosfera de Mura-Drava-Danubio se convierte en el primer sitio de la Red gestionado conjuntamente por cinco países: Austria, Croacia, Eslovenia Hungría y Serbia.
“La UNESCO acompañará a los países para lograr la meta de que en 2030 el 30% del planeta esté formado por áreas protegidas. Y eso empieza aquí, con estas nuevas reservas que se unen a la Red del MAB”, declaró Audrey Azoulay, Directora General de la UNESCO. “La educación ambiental es también esencial para reconstruir nuestra relación con la naturaleza, desde la primera infancia hasta los programas de investigación en biodiversidad. La UNESCO está movilizada para asegurar que el medio ambiente sea un componente esencial del currículo escolar antes de 2025”, agregó.
Las reservas de biosfera son un elemento esencial para la educación, la investigación y la concienciación para fomentar prácticas innovadoras en materia de desarrollo sostenible y contrarrestar la pérdida de biodiversidad. La red que forman apoya a las comunidades locales e indígenas y a los Estados Miembros en la tarea de conocer mejor, valorar y salvaguardar la riqueza biológica del medio ambiente en que viven.
Las nuevas reservas de biosfera son designadas cada año por el Consejo Internacional de Coordinación del MAB, un órgano ejecutivo rotatorio integrado por representantes elegidos de 34 Estados Miembros de la UNESCO. El MAB, creado en 1971, es un programa científico intergubernamental precursor desde hace medio siglo de la idea del desarrollo sostenible.